El estrés en el bebé es un asunto que preocupa mucho a las madres, especialmente cuando no comprenden qué lo genera y más aún cuando no saben cómo afrontarlo.
Tal vez te preguntes: “Si lo atendí, lo bañé, ya le di de comer, está seco… ¿por qué llora?” Puede ser estrés…
A continuación, te presentamos algunos aspectos para comprender el estrés en el bebé, también el que ocurre en ti y algunas recomendaciones.

¿Cómo calmar el estrés en tu bebé?
El estrés es un estado de tensión o amenaza que se produce ante una situación, buena o mala, que requiere cambio o adaptación.
Estrés postraumático en bebés
El bebé debe enfrentar cambios a diario que superan sus propias capacidades. Luego de abandonar la estabilidad de la vida intrauterina se encuentra en un mundo donde la temperatura, la luz, el sonido, en fin, todo es cambiante, distinto a lo que experimentaba antes de nacer.
Debe adaptarse a su nuevo escenario vital. Los cambios bruscos y frecuentes pueden ser causa de estrés. Por eso es importante crear rutinas amables que vayan generando en el bebé una sensación de estabilidad y seguridad.
Es importante que tengas en cuenta que el nacimiento implica muchas transformaciones en la vida del bebé, requiere adaptación, abre paso hacia lo nuevo, pero también representa una pérdida para él: la estabilidad y seguridad de la vida intrauterina.
El cambio enorme que probablemente el bebé aún no logra comprender y, sobre todo, ante el cual no tiene las capacidades para valerse por sí mismo, es causa de estrés.
Causas de estrés en bebés
1. Ausencia de la madre
¿Por qué puede ser causa de estrés en el bebé?
Recuerda que el vínculo estrecho entre la madre y el bebé es desde la etapa intrauterina, donde encuentra un lugar seguro en el que todas sus necesidades se satisfacen de manera natural. Después del nacimiento, ese nexo se sigue manteniendo con conductas instintivas que lo favorecen.
Se desarrolla en la madre un comportamiento maternal y un sentimiento de ternura, cuya base es neurohormonal, y promueven ese comportamiento de cuidado y cariño indispensables en esas etapas tempranas de vida.
El bebé necesita el contacto con el cuerpo de la madre, esa cercanía física facilita que sea amamantado, también le ayuda a regular su temperatura. La voz de la madre puede proporcionarle calma. El acariciar y calmar al bebé contribuye con recuerdos placenteros que fomentan la confianza básica que será clave en la autorregulación de sus emociones.
Desde los primeros meses de vida el bebé va percibiendo cuáles son las personas que pueden atender su llamado y sus necesidades. Ten presente que si el bebé recibe esos cuidados básicos, sensibles, oportunos en esas primeras etapas de la vida se favorece en él una mayor tolerancia ante situaciones estresantes.
2. Falta de atención de las necesidades físicas y psicológicas.
Cuando un bebé está estresado puede ser una alarma…
…que nos indica que algo está pasando con la atención de sus necesidades físicas y psicológicas. Recuerda que el bebé no puede cuidarse a sí mismo, experimenta hambre, frío, calor o sueño, sensaciones que generan incomodidad física y cierta tensión emocional que muchas veces expresa a través del llanto, que es el modo cómo puede comunicarse.
¿Qué puede sentir un bebé que con frecuencia permanece periodos de tiempo llorando sin recibir atención, manifestaciones de afecto o los cuidados que alivien su malestar? Posiblemente, sienta enojo, irritación, desconsuelo, desesperación, hastío, cansancio o sensación de abandono. A la larga estas vivencias pueden tener incidencias negativas en su salud psicológica, en la aceptación personal y seguridad en sí mismo, en general pueden afectar su autoestima.
¿Conviene dejar llorar al bebé?
Existe la creencia de que hay que dejar llorar al bebé, que si se le atiende cada vez que llora se le puede malcriar. Dos cosas nos parecen importantes al respecto:
1. Si el bebé llora es por algo
Esta consideración es clave porque te permite darle el justo valor a la forma como tiene el bebé de expresar lo que siente: el llanto. A veces puede alertar sobre necesidades o malestares físicos, pero también puede ser la manera que tiene el bebé de liberar tensiones y desahogarse, recuerda que se enfrenta día a día a muchos estímulos, cambios, a veces muy rápidos o inesperados que pueden generarle presión psicológica y tensión emocional. El llanto debería encender las alarmas para detectar cuál es el motivo que lo genera.
2. El llanto del bebé tiene un significado.
¿Qué te quiere expresar el bebé cuando llora?
Comprender el llanto del bebé es fundamental para lograr una comunicación efectiva entre la madre y el bebé. Es clave porque te puede dar pistas que te ayuden a entender qué necesita, qué requiere, si tiene alguna dolencia o solo requiere un poco de afecto. Es muy importante que puedas brindarle confianza, hacerle sentir acompañado y comprendido.
Se trata de que logres escuchar empáticamente el llanto para poder ayudarlo a mitigar el estrés. El reto es lograr discriminar qué te quiere comunicar tu bebé para que puedas evaluar la intensidad o la urgencia de la necesidad o el requerimiento.
Recomendaciones para mitigar el estrés en tu bebés
1. Bríndale atención comprensiva y oportuna
A medida que le brindas atención al bebé se va logrando una suerte de equilibrio en su comportamiento, es decir, el modo cómo se comunica, el apoyo que logra de sus cuidadores, en particular de la madre y la satisfacción de sus necesidades. Así que, tu actitud es clave para afrontar el estrés del bebé.
El llanto excesivo agotador no debe ser la manera como el bebé logre llamar la atención. Si el bebé se siente comprendido y atendido oportunamente va aprendiendo que el modo como se comunica es efectivo para afrontar sus necesidades y, poco a poco, va autorregulando sus emociones.
2. Importante: Sé empática con el bebé
Imagínate por un momento llorando y a la espera de ser atendida y tu llanto no recibe respuesta, lloras hasta el cansancio y agotamiento ¿Qué emociones te generaría? ¿Qué pensarías si las personas cercanas afectivamente a ti no te brindan la atención y comprensión que requieres? Reflexionar sobre esto puede ayudarte a tomar conciencia del estrés de tu bebé, qué siente, cuál puede ser su vivencia cuando no logra ser comprendido y atendido. Ponerse en el lugar del bebé puede resultar valioso para comprender lo que le ocurre y también el modo como lo comunica.
Como ya dijimos anteriormente, los cambios constantes pueden ocasionar estrés, en especial cuando no se tienen las capacidades para afrontarlos. Es importante esa comprensión empática, pues brinda seguridad, favorece la comunicación auténtica de lo que se siente, y permite desahogar las tensiones asociadas a situaciones estresantes. Reconoce que tú también experimentas cambios con la maternidad, cambios fisiológicos y también psicológicos que te pueden hacer más sensible, tal vez un poco irritable, desconcertada o cansada.
Si reflexionas en esto, comprendes y aceptas esa vivencia en ti, es probable que puedas ponerte, con mayor facilidad, en el lugar del bebé y hacerlo sentir acompañado en el proceso de aprendizaje y adaptación a su nueva circunstancia de vida.
Así pues, desarrollar empatía es clave para estrechar los lazos afectivos y activar una comprensión recíproca que ayude a afrontar el estrés en el bebé y también el tuyo como madre.
¿Cómo calmar los nervios a un bebé?
Algunos trucos sobre cómo quitarle los nervios a un bebé se van aprendiendo con la experiencia personal, ese binomio madre-hijo es único y poco a poco te vas dando cuenta de aquello que mejor te funciona a ti como mamá.
Estrés en Bebés: Causas y Recomendaciones
Te presentamos algunos aspectos para comprender el estrés en el bebé, también el que ocurre en ti y algunas recomendaciones.